Un partido de blancos contra negros... por una buena causa

En 1979 se jugó un partido homenaje para despedir a Len Cantello del West Bromwich Albion. Cantello llevaba allí jugando 11 temporadas y se quería despedir de su afición a lo grande.... y aunque pueda resultar racista, para ello se jugó un partido de blancos contra negros.

Se trata de un encuentro histórico, del que incluso la BBC emitirá un documental sobre el choque este fin de semana, pero ¿cómo surgió la idea?

 

 

 

 

Cantello pactó con el club que el partido sería un All Star. En un equipo estarían sus mejores amigos futbolistas y en el otro los amigos de Cyrille Regis, por aquel entonces estrella y compañero de Cantello en el West Bromwich. Regis es negro y todos los jugadores que seleccionó para su equipo también lo eran. Cantello hizo lo propio pero con los blancos.

No fue deliberado ni vieron ningún problema en ello. De hecho, les apasionó la idea. "Un día hablé Cyrille Regis y se convirtió en un desafío. Le dije: ' Elige un equipo, yo escogeré un equipo y veremos cómo vamos.' No pensamos que fuera polémico", ha dicho Cantello en The Guardian.

 

 

Lo de separarse por procedencias es algo que los futbolistas hacían en los entrenamientos desde hacía años. Lo hacían para divertirse. "En los partidillos cinco contra cinco solíamos enfrentar a los escoceses y los negros contra los ingleses. Creo que la idea pudo haber surgido de allí", ha admitido el propio Cyrille Regis en varias ocasiones.

A los jugadores negros les hacía ilusión ese partido benéfico. Siempre habían sido una minoría en el vestuario y ese día tendrían un equipo en el que serían mayoría absoluta.

A pesar de sus ganas de jugar, en 1979 las gradas británicas no les respetaban. En The Hawthorns ese día miles de personas entonaron cánticos racistas, lanzando plátanos a la cancha. "Negro bastardo, encarámate en un árbol" era lo mínimo que se escuchaba.

De hecho, solo hacía un año que había debutado el primer jugador negro en jugar con la selección inglesa. Fue todo un revuelo nacional. El defensa Viv Anderson, del Nottingham Forest, fue el primero, recibiendo una carta de felicitación de la Reina Isabel II.

 

 

Ron Greenwood fue el seleccionador que le convocó para un partido ante Checoslovaquia en Wembley el 29 de noviembre de 1978. “Amarillo, morado o negro… si es lo suficientemente bueno, lo convocaré”, dijo Greenwood en rueda de prensa cuando le preguntaron sobre la convocatoria de Anderson.

Aquel defensa fue el que abrió el camino a muchos otros futbolistas. Entre ellos los futbolistas amigos de Regis, que aprovecharon la rabia que sintieron al escuchar los cánticos racistas para canalizarla y jugar mejor, demostrando a los ingleses su calidad. El equipo de Cyrille Regis acabó ganando el partido por 3 a 2 haciendo gala de una gran fortaleza mental.

 

 

Lo fácil hubiera sido dejar de jugar ese partido amistoso, no tenían por qué aguantar los insultos racistas. Lo hicieron por Len Cantello y sus compañeros, por demostrar a todo el mundo que eran igual de buenos o más que los blancos. Supieron aguantar y darle una lección al racismo por una buena causa.

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